domingo, julio 20

Brasil 2014

Y... bueno... se acabó. No sé si algunos me entienden pero me encanta poder explicarme y esta vez lo haré así como siempre escribo luego de mis grandes experiencias. Este mundial ha sido hermoso. Yo quería que la copa se quede, ya saben, cerca de nosotros. Por aquí... en latino américa. Pero me quedo conforme porque el país que levantó la copa se lo merecía con todas las fuerzas del universo. Sin embargo, además de estos partidos, penales, piconerías (que yo tuve y muchos también la tuvieron, no me digan que no), además de haber renegado porque no ganaba el equipo que yo alentaba algunas veces, o porque Holanda le volteó el partido a México (NO LO PODÍA CREER, y eso que me rehusaba a elegir a un ganador entre ellos dos), además de haber sentido impotencia por algunas injusticias, que no quiero mencionar, porque ya ni al caso y de cosas feas no va a tratar este post, además de todo eso sentí cosas muy hermosas que sólo el deporte nos puede dar. Y sí, lo generalizo a "deporte" porque cada quien tiene su pasión más grande en su deporte favorito. En fin, como dije, yo quería que la copa se quede por aquí, y al mismo tiempo me quedaba con la boca abierta frente a Holanda o frente a Alemania, que me cerró el pico con la gran actitud y el gran fútbol que me regaló (bueno, siempre me parecieron admirables, claro, pero ahora fue imposible no admirarlos más!). Sin importar los resultados, quiero dejar algunas cosas plasmadas aquí aunque sé que no es necesario porque se van a quedar en mí de todas formas. Yo desde muy pequeña le regalé mi vida y mi corazón al básquet. No es lo mismo, lo sé. Pero sé lo que es jugar en una cancha con nervios y lo que es amar a una camiseta. Sé lo que es amar a tu equipo. Y también sé que vivir un mundial debe ser multiplicar esto por mil. Lo importante para mí ahora es quedarme con que el arquero de USA rompió el récord de más atajadas en un partido de un mundial, me quiero quedar con el equipo y la familia que vi en Colombia, me quiero quedar con los abrazos que los brasileros le dieron a James cuando lloraba, me quiero quedar con esos goles que no me esperaba y esos que pude predecir, me quiero quedar con ese gol que Ghana le metió a USA gracias a un pase de taquito que fue IMPRESIONANTE, me quedo también con los equipos que ganaron en el último minuto, me quedo con cada equipo que pisó el mundial (menos Portugal… no, mentira), porque sé lo que es querer algo y prepararte para ello. Me refiero, claro, a los jugadores y sólo a ellos (porque muchos hinchas dejaron mucho que desear) que son los que deben pararse en una cancha a dar todo de sí, me quedo con los jugadores que fallaron goles y los que metieron goles, me quedo con esos que fueron criticados por su propio país injustamente. Me quedo, hoy, con los minutos que Irán se defendió, me quedo con Colombia (sí, lo repito, porque Colombia es genial) y su sencillez tanto de jugadores como de su público. Me quedo con las sorpresas, me quedo con Chile y Costa Rica, con sus ganas y su fuerza. Me quedo siempre con mis buenos comentarios sobre Robben, no me importa si es actor o no, ¡juega demasiado bien! Me quedo con la frente en alto y la garra de los uruguayos, que en ningún momento se picaron ni justificaron nada con la ausencia de un jugador. Me quedo también con cada jugador que le extendió la mano al que había caído sin importar de qué equipo era, me quedo con Italia, que son unos maestros, igual que España. Me quedo con los goles que grité con emoción y con los hinchas bravazos como el señor de Brasil que abrazaba su copa. Me quedo con los bailes de Colombia, con la limpieza de los japoneses, con las emociones de los mexicanos, con su entrenador siendo aplastado por todo el equipo JAJA. Me quedo con Argelia vs. Alemania y con la carta que una niña le escribió a David Luiz. Me quedó con el perdón que le pidió a su gente y que no tenía por qué pedir. Guardaré también la velocidad de Argentina y su mejora en cada partido que seguía, guardaré en mis manos cada lágrima de cada jugador, me quedaré con Costa de Marfil, porque todos lloraríamos ante nuestro himno nacional. Me quedo también con Brasil, el grande, me quedo con Brasil sea el marcador que sea. Y queda en mí la humildad de los alemanes y perdón si les parece repetitivo pero como persona es algo que me marcó mucho y que considero todos deberíamos aprender. Tendré siempre una gran admiración por los deportistas verdaderos y por los equipos verdaderos. Guardaré todos estos sentimientos que sólo un deporte y un equipo nos pueden dar. Y guardaré, por siempre, este precioso mundial.

jueves, marzo 28

So sorry

Me desperté y cogí mi celular. No había ninguna mensaje de él, aún. Seguro seguía dormido, total, todavía era temprano. Pero yo estaba muy ansiosa para retomar el sueño: después de mucho tiempo íbamos a tomarnos un día sólo para ambos, lejos del trabajo o cualquier otra responsabilidad. Me tomé todo el tiempo del mundo para servirme un rico desayuno. Prendí la tele y estaba dando el típico programa mañanero para mujeres. No me molestaba. Nada me podía molestar.

Dejé mi plato en el lavadero y salí de la cocina. No tenía ganas de lavar. 

Caminé por la casa. Rodeé la mesa. Entré a mi cuarto. Abrí mis cajones. Salí de mi cuarto. Pensé en qué ponerme. Hoy no quería buzo y zapatillas. Entré a mi cuarto, vi mis blusas, mis pantalones, mis faldas, mis vestidos. Y salí de mi cuarto.

Nada me apuraba, aún era muy temprano. Me eché en mi cama y la tele seguía prendida. Me acordé de esa linda falda de flores que nunca me había visto puesta. Salí a bañarme, y usé ese rico shampoo de mi mamá que sólo uso cuando me siento muy linda.

Me quedé sentada en bata sobre mi cama por un rato. Vi por la ventana que no había tanto sol, pero eso no importa porque tengo una linda chompa que me acababan de regalar y va perfecta con la falda. Me vestí y me vi al espejo un par de veces. Guardé las perlitas chiquitas que siempre uso como aretes y hoy escogí unos pendientes largos. 

Ya no era tan temprano. Así que me puse lo aretes. Me lavé los dientes. Me eché perfume. Recogí mi cabello. Arreglé mi mochila.  Cogí mi celular y leí su mensaje: "lo siento, no podré verte hoy".

miércoles, febrero 6

Si de vida se trata

Si de vida se trata, quiero vivirla entera a tu lado. Que aprendí que las cosas son mejores al compartirlas contigo. O quizás soy yo quien, al tenerte cerca, mejora; quizás es a mí a quien se le agudiza los sentidos y, de pronto, sólo a tu lado, soy capaz de percibir detalles, grandiosos y escondidos detalles: como la forma de mover tus manos, como el bajo de Paul McCartney, como un “Yeah” de John Lennon, como los diversos matices que existen de colores, como el olor de tu ropa lavada, y poder distinguirlo del olor de tu perfume, y a la vez distinguir este del olor de tu propia piel. Como la peculiaridad de las películas de Woody Allen, como una estrella fugaz en el cielo, como la extrema delicia del mar del Silencio, como el sabor del limón con leche condensada, como la importancia de ahorrar… y de creer en la suerte, de tener fe, de sentir que sí se puede. Como lo lindo que es que me digas que estoy bonita, como lo mucho que me gusta que me engrías. Como la vida. Ese gran e importante detalle, que a muchos se les escapa, y que a mí se me escapaba hasta el día en que nos conocimos: la vida misma. La esencia de la vida. Qué maravilloso es poder compartirla contigo. 

Haber aprendido a vivir ¡La vida contigo! Pensar, no pensar, actuar, errar, llorar, reír, crecer, madurar, en fin, correr, saltar, bailar, cantar, pintar, comprar, buscar, encontrar…  ¡La vida contigo! Es tener un compañero, mi mejor amigo, con quien avanzo codo a codo, con quien puedo ser completamente yo, sinónimo de comodidad plena. La vida contigo es incondicionalidad, complicidad... es mirarte a los ojos y decirte “te amo” y, sobre todo, sentirlo. Sentirlo con todo mi ser y toda mi voluntad: te amo.


viernes, diciembre 21

Cuando me deprimo

no voy al gimnasio y como mucho. Y cuando me animo, me deprimo porque me veo gorda.

jueves, noviembre 22

Ensayo


Juguemos a querernos. Reconóceme antes de que se abra el telón. Y, cuando aparezca el público, finjamos que desapareció. Que el humo nos envuelva, que sea un intento de sueño.

 Pero el humo es demasiado, que salgan los asmáticos.

Y ensayemos el amor. 




Encontré este pequeño texto que se estaba empolvando, lo escribí hace mucho, incluso lo había olvidado. En fin, yo quería, más que todo, en esta entrada, ¡¡agradecer a la gente que sigue aquí!! Ha pasado tanto tiempo, y saber que siguen rondando cerca a la mandarina significa mucho para mí. 

GRACIAS :)

lunes, octubre 15

Mucho más

La noche, las estrellas, el tiempo, los dedos entrelazados, tu mirada, tus ojos posados en los míos, las conversaciones, los primeros besos, tu compañía, tu rostro, una sonrisa dibujada en él, la música, el volumen alto, un Pisco Collins, un Maracuyá Mojito, una canción de los Beatles, una bolsa de gomitas, una mesa en el ancla, un abrazo, un Herber de pera, las películas, los tributos, las reconciliaciones, las cartitas en medio del trabajo, una nota atrás de una boleta, las llamadas por teléfono, tu forma de bailar y

una tarde, un programa de televisión, Edgar Allan Poe, los dibujos animados antiguos, las cosquillas, los juegos, los dibujos, los libros, una clase de antropología, las galletas de vainilla con leche condensada, seis muffins y una velita, las risas, tu guitarra, tu familia, las camisas a cuadros, la mejor compañía y una relación.

La relación que vas más allá de la etiqueta de "enamorados". Tú eres más que eso. Tú eres la persona, la única, con la que puedo conversar de absolutamente todo. No importa si es absurdo, puede ser profundo, puede ser complicado, puede ser cualquier tontería: es bueno saber que siempre vas a estar aquí. Eres al que acudo cuando tengo miedo y cuando no, porque lo malo contigo disminuye y lo bueno se multiplica. Eres la mano que siempre quiero tomar al caminar, porque desde que llegaste, sé que todo es mejor al compartirlo contigo. La persona que se ganó toda mi admiración, por lo que eres, por lo que piensas, y por cómo actúas, y por todas tus emociones que te hacen completamente humano y, sin embargo, te regalan una esencia sobrehumana. Eres la única persona que se sentó frente a mí con una guitarra y me dijo que estaba nervioso. Eres el niño con el que puedo jugar y escaparme de lo absurdo de la sociedad, y el chico maduro que me enseña aquel cuarto nivel del que habló una vez mi profesor de antropología, aquel nivel en mi interior que ni yo misma conocía, y tenía escondido todo eso de lo que soy capaz. Y sí, porque me enseñas tantas cosas nuevas y me hiciste notar que soy capaz de amar. Y, sin querer, me exiges que madure, porque, aunque en verdad no lo hagas, sé que tengo que hacerlo para que todo esto sea cada vez mejor. Y hay momentos en que piso tierra y pienso en que debo ser muy cuidadosa y tomar en cuenta todo detalle. Porque esta vez (y, por primera vez en mi vida puedo decirlo) va en serio, esto no es ni parecido a cualquier otra cosa en el mundo, porque en nosotros encontré una relación pura e inocente que me genera ilusiones, tal y como la de unos niños, y a la vez, una relación seria que me plantea un proyecto de vida y me llama a madurar. 

Me llama a madurar, sí, y me llama a vivir. A vivirlo todo a tu lado, sabiendo que contigo puedo bailar, jugar, saltar, correr, reír, llorar, dibujar... y es que siento que estás dispuesto a aprender nuevas cosas y enseñarme a mí otras, y esa es una de las miles de razones por las cuales eres la mejor compañía para todo. Jamás olvidaré aquel momento en el que cruzamos miradas mientras tocabas "Don't let me down" de The Beatles, o la primera vez que me dijiste "estás hermosa" sentados en un escalón de la calle a medianoche, y cómo bailamos la música que nos gusta, y es genial saber que, al mismo tiempo, podemos quedarnos una tarde viendo películas o comiendo dulces, o jugando cartas, qué sé yo, sé que podemos hablar durante horas sin cansarnos o ir a comprar ropa o torturarnos haciéndonos cosquillas, o ese increíble paréntesis en el tiempo en el cual mirábamos el techo mientras oíamos vinilos... mucho sería mencionar cada cosa que hacemos juntos, porque no alcanzaría aquí, aunque poco es escribirte esto, porque nunca me parecerá suficiente. 

Pero como siempre, el escribir es una excusa para decir algo, y en lo poco que puedo expresar de esta forma, quiero darte gracias a ti, a Dios, al destino, a la suerte, al universo y a las coincidencias el haberte conocido. En especial a ti, por haberme permitido conocerte, y por ser tal cual eres, permitiéndome vivir cosas completamente nuevas. Como aquellas cosas que pasan desapercibidas ante los ojos de los demás,  quizás una conexión a través de dos miradas, o tal vez el significado de arrancarse el orgullo del corazón.

¿Que si tengo enamorado? Más que eso, en realidad, más que eso. 


domingo, octubre 14

Hola, mi nombre es Aixa

y me encanta, se lo pondría a mi hija si yo no me llamara así. La única cosa en mi vida que le ha ganado a mi flojera es el básquet. Me gusta mucho The Beatles. Pasé mucho tiempo diciendo "no tomo", pero ya no es así. No fumo. Viajé a Buenos Aires para cumplir uno de mis mayores sueños desde que escuché a The Beatles por primera vez. Odio cuando dicen odiar la hipocresía: todos hemos recurrido a ella. Si tuviera un deseo pediría comer mucho y no engordar. Prefiero un libro que la televisión. Prefiero el teatro al cine. Me gustaría dedicarme a los tres: cine, teatro y literatura. Pero estudio lingüística. Y sí, soy feliz con eso. Siempre lloro con los últimos capítulos de las series. Aún así nunca haya visto la serie antes. No he visto Toy Story 1 ni 2. No veo Friends, pero vi el último capítulo y, sí, lloré con él. Dos de las cosas que más detesto en el mundo son el maltrato animal y la discriminación. He tenido muchos perros en mi vida. No quiero hermanos, me gusta ser hija única. Le di la mano a un beatle. Una vez comí el mega más grande de KFC con sólo un amigo. Morgana es hermosa. Sí, yo hubiera votado por Jaime Bayly porque no me parecía peor que los otros payasos. Ya no me como las uñas. Siempre quise brackets y nunca los necesité. Me gusta la saga de Harry Potter, el queso, el verde y la gaseosa de naranja. Solía peinarme hasta que me di cuenta de que no me servía de nada. Creo que hay pocos genios en el mundo, algunos de ellos: Chespirito, The Beatles, Quino, Pelé. No me gusta el especial del humor pero sí la Paisana Jacinta. También me gustan los chocolates Vizzio. Me sé el diálogo de Shrek de memoria. En inicial, la profesora le dijo a mi mamá que era demasiado tímida. A la semana la llamó para pedirle que deje de hablar. No dudaría un segundo en volver al colegio. O bueno... creo que sí lo dudaría. Veo doble cuando miro hacia arriba y hacia abajo. Mafalda es genial y le gustan los beatles como a mí. Planeo vivir de lo que me gusta (aunque aún no sé bien qué es), y ser millonaria para continuar en eso. Un día decidí cambiar el básquet por Pataclaun: no duró mucho. La orquídea de mi fiesta de promo fue genialmente negra. Mi libro favorito es El mundo sin Xóchitl. Siempre que alguien habla de literatura debo meterme. Amo lo cítrico. En primaria siempre me sentaban rodeada de hombres porque dicen que conversaba mucho. En el trabajo me separan de un amigo porque dicen que converso mucho. La semana pasada aprendí que las sílabas de "mesa" son mes-a. Hace poco descubrí que le tengo miedo a las alturas. En primaria, en una clase de lenguaje hice reventar un empaque de mayonesa y bañé a muchos con ella. Tengo unas 4 amigas que son simplemente esenciales y necesarias en mi vida. Me gusta la gente con la que se puede tener conversaciones interesantes. En mi trabajo me dijeron que debo agradecer que me paguen mi sueldo puntualmente. Quiero viajar a Argentina, a Inglaterra y a Brasil. Me gustan las mandarinas y me gustaría retomar el citricismo que, irónicamente, endulzaba mi vida.


lunes, julio 23

Paul McCartney en Uruguay, Gracias Paul - por @JCastle14

Estuve leyendo unas crónicas sobre conciertos de Paul en Latinoamérica. Esta es una de las que más me conmovió. Es un post en Taringa, aquí el link: http://www.taringa.net/posts/apuntes-y-monografias/14612446/Paul-McCartney-en-Uruguay_-Gracias-Paul.html


Resulta que el gran Paul McCartney  a , desde pequeño gracias a mi viejo (que lamentablemente no esta mas aquí conmigo) desarrolle un gran fanatismo por los BeaTles... 



Mi viejo me contó hasta el cansancio de la electricidad que recorrió su cuerpo cuando en los años sesenta, en esa heladería de Parque del Plata, escuchó los primeros acordes de Love me do.


Me compró, uno, dos, diez, veinte cassettes de los Beatles. Escuchamos juntos tantas veces sus vinilos, aquellos que guardaba en un modular abajo del tocadiscos del living, donde con mi hermano agarrábamos viejas raquetas de tenis y las disfrazábamos de guitarras para ser Lennon y McCartney. Me puedo acordar con nitidez de esas sesiones en las que el living de casa se convertía en la Caverna: nosotros sacudíamos los flequillos, mamá nos sacaba fotos y papá reía chasqueando los dedos al ritmo de She loves you.


A diferencia de mi viejo, yo nunca pude definir cuándo fue, ni qué sentí la primera vez que escuché a los Beatles porque por su culpa los tengo incorporados a mí ser desde siempre. Y si uno no sabe la primera vez que dijo mamá, papá o tío, en mi caso me es imposible determinar cuándo dije John, Paul, George y Ringo. Crecí con ellos.


Mirá papá lo que son las vueltas de la vida que el domingo tocó Paul McCartney en Montevideo. Sí, un beatle pisó nuestro suelo. Estuvo acá, en el mismo Estadio Centenario al que me llevaste tantas veces. Y lo fui a ver, claro. Cuando me enteré que venía le mandé un mensaje a mamá diciéndole que lo iba a ver y que vos ibas a estar conmigo. Y ella movió cielo y tierra y me consiguió las entradas para tener a Paul bien cerca, lo más cerca de los Beatles que íbamos a estar jamás. Fue su regalo para nosotros. 


¿Y sabés qué? Pude recibir esa descarga eléctrica de la que me hablabas. Ahora yo también sentí que me atravesó un rayo cuando Paul salió a escena y arrancó con el  you say goodbye an I say hello, hello, hello


Era él, eran los Beatles, estaban parados ahí. Y era Paul haciendo gala de su humor beatle de siempre, tu humor. Y también sentí la misma electricidad cuando escuché el riff de Day Tripper, la sentí con Paperback writer, o cuando empezó a entonar el  close your eyes de All my loving, esas canciones que vos y yo escuchamos cien veces con el ruido de la púa surcando el vinilo.


Pero no sé por qué te cuento todo esto si vos estuviste ahí conmigo, en cada canción. ¿Cómo no ibas a estar? ¿Te acordás que bailamos con Night before, que saltamos con Live and let die, que lloramos con Something? Hubo un momento, cuando se apagaron las luces del escenario y las tribunas se iluminaron con miles de celulares para acompañar el tarareo de Let it be
Seguramente ahí me escuchaste cuando te agradecía a vos por los Beatles, y a Paul por venir hasta acá desde tan lejos, desde el primer rincón de mis recuerdos, y traerte un rato a cantar conmigo en una noche estrellada de domingo. 

 @JCastle14

Gracias a su autor por ese lindo relato...

sábado, junio 16

Es la primera vez

que espero a alguien sabiendo que no va a venir.

martes, abril 24

Cosas que quise decir pero nunca le diría a un cliente...

1. no eres la única mesa del restaurante
2. decir gracias nunca está de más, no te hace menos que el mesero
3. servir tu comida no me vuelve tu sirvienta
4. si un mesero está atendiendo a un cliente, no pretendas que le dé la espalda porque tú lo llamaste
5. aprende a esperar, unos minutos, sólo unos minutos!!
6. no se vale pedir agua y zumo de limón, vendemos limonada, 10 so!
7. si cocina cierra a las 11 pm, es por algo, si ya terminaste de comer no hagas taaaanta hora
8. Ah! sí, en Navidad no abrimos porque, ¡oh! somos meseros y también personas con familia :')
9. estoy en "RAAAACH", no me llames desesperadamente para pedir y ponerte a pensar mil horas en qué vas a elegir recién cuando esté parada frente a ti
10. Peor aún, no me llames para pedir si vas a ponerte a hablar de otro tema mientras te veo con mi comanda y lapicero en mano
11. No, no quiero darte mi facebook ni que me recojas en la salida
12. ¿Que por qué no vendemos café? ...¿será que es porque es una restaurante de sushi?
13. AHHHH NO TE GUSTAN LOS MAKIS, aquí al lado hay una pizzería
14. NO, NO QUIERO BAJAR EL VOLUMEN A LA MÚSICA

A todo esto, durante todo este largo tiempo que no he escrito me han pasado muchas cosas. Una de las más relevantes es que tengo un primer trabajo: ser mesera.